VF es el blog de opinión y análisis de Pablo Muñoz

lunes, 31 de diciembre de 2012

Decisión necesaria, futuro incierto

Existía un acuerdo general acerca de la necesidad de destituir a José Luis Oltra. Sin embargo, la torpeza con que el club ha llevado a cabo la maniobra y la letra pequeña de la operación abren más incógnitas de las que despejan.

Lentitud
El hecho de que el club haya tardado semana y media en comunicar el cese del técnico ha debilitado la imagen que proyecta el consejo de puertas afuera, alimentado las especulaciones acerca de su capacidad en el estado actual de la entidad. Pero sobre todo ha minimizado el "efecto reacción" que el entorno esperaba y el vestuario necesita y ha retrasado la puesta en marcha del nuevo proyecto.

Mendes
La influencia de Jorge Mendes en la llegada de Domingos Paciencia, tras el pobre rendimiento de varios de sus representados, se interpreta más como un signo de intervención externa del club que como el buen samaritano que ayuda al desfavorecido. El cruce de declaraciones entre Bahía y Gestifute da alas a las teorías que hablan de presiones por parte del portugués para la destitución de Oltra. Del mismo modo, pone en tela de juicio la idoneidad de Paciencia, con una escasa trayectoria en los banquillos y sin experiencia como técnico en la Liga.

Vestuario
El origen geográfico y empresarial de Paciencia implica un hándicap para el ex del Sporting Braga. Deberá moverse con pies de plomo si no quiere que se le acuse de favoritismos. La higiene del vestuario está en juego y sus decisiones se analizarán con lupa.

Táctica
El club apuesta para sustituir a Oltra por un técnico cuya propuesta se aleja del manual que ha seguido la plantilla desde la llegada del valenciano. Los jugadores deberán asumir un drástico cambio de discurso, abandonando la presión adelantada y la posesión por el repliegue y el contragolpe. El margen para adaptarse al nuevo libreto es estrecho y la urgencia, máxima.

Fichajes
Mendes no puede permitirse un tropiezo de Paciencia en su primera aparición en el escaparate de la Liga. Sin la llegada de refuerzos, se arriesgaría a que la mediocridad de la plantilla se revele como la razón fundamental de los 12 puntos que suma el Dépor; Oltra quedaría exculpado y el agente portugués doblemente señalado por la calidad de sus jugadores y su técnico.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Sin fútbol, sin alma, sin futuro

Es hora de cambiar. El manual de Oltra se demuestra agotado jornada tras jornada. Los rivales saben cómo ganar al Dépor y acaba ocurriendo. Es un equipo demasiado fácil de descifrar y por eso está último. Y no hay síntomas de recuperación.

El técnico, incapaz de matizar su propuesta o de articular una nueva, reincide en el suicidio bienintencionado de cada semana. Insiste en apretar la salida del rival con jugadores que apenas intuyen el significado de la palabra sacrificio. Sin una presión efectiva, las facilidades se completan con unos centrales demasiado lentos como para vivir a 30 metros de su propia portería y unos laterales con serias dificultades para interpretar las coberturas defensivas a la espalda.

En ataque, no hay fútbol por dentro ni amplitud por fuera. Ante defensa estática no hay soluciones y el contragolpe no se maneja bien. El balón parado apenas sirve para montar contras del rival. Un rosario de problemas coronado por la impresión de equipo roto, sin empuje colectivo, que anoche ni siquiera fue capaz de morir colgando balones al área, en el que cada uno pierde la guerra por su cuenta. Nada, ni siquiera un grito, una patada.

El equipo necesita un cambio. Si Oltra no tiene capacidad o voluntad para dárselo, la pelota está en el tejado de Lendoiro. Con todo, el Deportivo está ya abocado a un esfuerzo superlativo en lo que queda de Liga para tener horizonte, al menos un año más.

martes, 18 de diciembre de 2012

Oltra busca

Al filo del abismo, Oltra está mostrando un perfil más determinante. Acostumbrado a tomar decisiones de puntillas, solo cuando le vienen dadas por lesiones o sanciones, anoche aparcó las formas, consciente del fino hilo que le sujeta al banquillo de Riazor. Cruzó la línea y abrió debates con la brusquedad propia del que se sabe sin tiempo.

La primera decisión fue cargarse a Juan Domínguez. Quiso Oltra castigar al jugador pero el daño lo sufrió el equipo. Costó cara la reprimenda, viendo a un Dépor sin brújula en la medular, con Álex extrañamente desconcentrado y Abel sin sentido táctico ni acierto con el balón. Sin Zé Castro, único defensa capaz de alumbrar una jugada desde atrás, el peso constructivo recayó en exclusiva sobre Valerón, que está para misiones más modestas, complementarias más que protagonistas. Así, el Deportivo se movió a base de espasmos, sin continuidad ni plan a seguir.

En otra de las decisiones de Oltra se adivina una pista futura. El cambio de posición de Pizzi en la segunda mitad, ocupando el lugar de Valerón, significa terminar con el estatus de intocable del Flaco - faltaba aún media hora - y buscar acomodo al portugués, desesperante pegado a banda. La vuelta de Salomâo permite al técnico, si lo desea, sentar al 21.

También brusca fue la titularidad de Germán Lux. Es tan cierto que Aranzubía no es el culpable de la sangría defensiva como que el argentino pedía paso. Igual de indiscutible resulta que, en otras circunstancias, habría pesado más el tacto de no señalar a Dani que los méritos del aspirante.

Pero al margen de individualidades, el principal cambio fue táctico. Oltra programó para la cita al Dépor más contenido de la temporada. Una concesión de la ortodoxia que debe completar con un contragolpe digno. Sin automatismos para aprovechar los espacios, el Deportivo será un equipo sin identidad, con miedo a dominar para no exponerse en exceso pero sin argumentos para hacer daño a través de la velocidad. Y en Cornellá hará falta un plan.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Juan Domínguez, otra vez

Juan Domínguez fuera de la convocatoria. El canterano, frágil condición, siempre obligado a más, cede su puesto a un André Santos inédito y al que incluso había pasado por la derecha Jesús Vázquez, ahora también desaparecido.

Antes de mandarlo a la grada, en apenas un tercio de Liga Oltra ya había señalado a Domínguez en dos ocasiones. Ni la primera ni la segunda mejoró el Dépor. El entrenador, que quiere tener la pelota, elimina al mediocentro más dotado para guardarla y servirla en condiciones. Sin él, le falta la pausa a un equipo cansado de perder balones en transiciones sin criterio convertidas en contras del rival. Pérdidas que defiende la mitad del equipo porque la otra mitad solo compra el billete de ida. Casi todos los que no vuelven habitan la línea de ataque tras el delantero. Son el club de los intocables. Tres puestos de saldo, dadas la lesión de Salomâo y la decepcionante aportación de Camuñas. Se crucifica a la defensa y al portero, nuevo culpable preferido, pero el origen del correcalles que mata al Deportivo es el centro del campo.

No se trata de discutir la valía de Abel Aguilar. Es más jugador que Bergantiños y Domínguez. Sin embargo, las parejas en las que participa el colombiano se han revelado peores que la formada por los gallegos. No mezcla y termina siendo un verso libre con una función que cuesta identificar, perdido en un derroche de kilómetros que solo a veces sirve para llegar a tiempo.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Sin excusas

El deportivismo contiene el aliento. El partido del lunes huele tanto a final que hasta los más reacios a los titulares se saltan el manual de los vetos y le confieren, en diciembre, tal calificativo. El pánico al precipicio, que se adivina en la siguiente curva, ha logrado que hasta Hacienda y el embargo guarden turno en la sala de espera de los "trending topic".

Jugadores y entrenador llegan a la cita señalados por igual; la diferencia es que el técnico podría jugarse el puesto. Lo hará muriendo con sus ideas. No habrá cambios de dibujo ni revoluciones en el once. A lo sumo, variaciones en el grado de intensidad defensiva.

Pocos replican al valenciano sus alineaciones, sin embargo la lupa está asegurada para los cambios. Su gestión del riesgo ha sido discutible. En Granada y Vigo quiso amarrar el resultado en partidos en apariencia más fáciles de desequilibrar mientras que ante el Betis pecó de ansioso con el relevo de Bodipo. En general, el banquillo ha aportado poco con el partido en marcha. Es cierto que los recursos disponibles han sido en ocasiones más bien limitados.

Por fortuna, el técnico dispone para esta final de todos los jugadores con algo que decir en esta campaña, recuperados Zé Castro, Marchena, Aythami, Pizzi y Nélson Oliveira, y con Salomâo también integrado desde la semana pasada. No hay, por tanto, margen para la excusa. Ni siquiera cabrá en esta ocasión agarrarse a la lógica perversa de echar de menos a los que no están, que siempre son mejores cuando faltan pero piden banquillo cuando juegan.

No habrá pretexto para el técnico pero tampoco para los futbolistas. Si creen en el "estilo" deberían esforzarse en que los demás también lo hagamos porque tal vez no queden muchas bolas de partido que salvar. Al fin y al cabo, su nombre también está en entredicho. El debate sobre la calidad de la plantilla se ha abierto y el paraguas de Oltra no durará para siempre.

martes, 11 de diciembre de 2012

Las verdades a medias de Antonio Sanz

¿Tiene razón Antonio Sanz en la evaluación de los fichajes del Dépor vía Mendes? Probablemente. ¿Son declaraciones interesadas para ocultar otras verdades? Seguro.

La primera consideración necesaria acerca de la política de fichajes del Deportivo es que es la más condicionada de su historia moderna. Asfixiado por una situación económica que ha terminado con un embargo total de los ingresos de la entidad, la pregunta es si era posible otra planificación deportiva. ¿Podía el Dépor permitirse renunciar a la cartera de jugadores de Mendes?

Resulta sorprendente, por otra parte, que un perfecto conocedor de los asuntos de trastienda como Antonio Sanz ponga el grito en el cielo porque Mendes, en el pack que mandó a Riazor, incluyese un poco de todo; Tiago Pinto o Roderick son el precio que hay que pagar por contar con Nélson Oliveira o Salomâo, igual que en su momento Mauro Scaloni fue futbolista gracias a su hermano Lionel. Quid pro quo.

Asumiendo que no todos los representados de Mendes están a la altura, Sanz podría preguntarse si lo está el entrenador que los dirige. No se observa evolución alguna en el Deportivo de Oltra. Los errores que lastran al equipo son los mismos que en el mes de agosto. Los mismos que el año pasado en Segunda. Los mismos que en el Tenerife que descendió como equipo más goleado. Incapacidad o tozudez, resultados al fin y al cabo. Valga la calidad de la plantilla como atenuante, pero no como eximente.