VF es el blog de opinión y análisis de Pablo Muñoz

jueves, 28 de febrero de 2013

El entusiasta contagioso

Desde que Fernando Vázquez tomó posesión del banquillo de Riazor el escenario no ha dejado de empeorar. Paciência se lavó las manos a 6 puntos de una salvación que ahora, tras dos derrotas, se ha estirado hasta los 9. Más distancia con dos fechas menos en la cuenta atrás hacia el abismo.

Pero Vázquez es un ciclón de entusiasmo. Vive a años luz del marchito Paciência. Se mueve con la energía propia del que quiere recuperar el tiempo perdido tras una eternidad alejado del foco, que intuye que este tren puede ser el último y que, en realidad, cumple un sueño mil veces soñado, por más que la versión real de la fantasía resulte tan precaria.

Se ha encargado de llevar su discurso a cada rincón para contar a todos que es posible. Se ha sobreexpuesto a los medios, se ha girado para animar al aficionado y ha derrochado horas de terapia con una plantilla experta en tropezar. Los resortes están activados. Algo late otra vez.

Claro que con palabras no bastará. Se detecta cierto progreso futbolístico, sometido todavía a la sospecha fundada de que ante el Madrid todos los jugadores dan algo más. Los reacios al "vazquismo" hablarán incluso de "ficción", razonando que el Deportivo apenas contuvo a un Madrid plagado de secundarios. Al fin y al cabo, el espejismo del estreno de Paciência todavía está fresco en la retina. Sin embargo, cuando el técnico de Castrofeito habla de "inteligencia estratégica" y se analiza el primer tiempo ante los blancos, es más fácil acordarse de "Arrigo" Vázquez que permanecer pasivo a la llamada.

El efecto multiplicador de una victoria convertiría la fe renovada en algo más. Pero es ahora o nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario